Historia

El Programa Domingos de Casa Abierta, nace entre 1994 en la administración del Lcdo. Camilo Restrepo Guzmán, como una estrategia de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión, para llegar con las manifestaciones culturales de la música, la danza y el teatro a los sectores populares  de la ciudad de Quito, los primeros eventos se realizaron en el parque El Ejido y en los espacios verdes de la institución.

Entre los artistas que se presentaron en Domingos De Casa Abierta, podemos recordar a los  grupos Jayac, Los 4 del Altiplano, Fontana, Años 20, Mediterráneo, Berenice y los Alma, Los Águilas de México, Hipala, Ballet Ecuatoriano de Cámara, Jacchigua, Alli Ashpa, Ñanda Mañachi, Proyección de Bolivia, Reyes Band, Matecaña, Quimera, El Combo Pachanguero, etc. Como solistas entre otros han participado: Teresita Andrade, Berenice Olmedo, Damiano, Fausto Miño, Fausto Arellano, Elizabeth Obando, Valeria Parra, Karina Santiana, Patricia Olalla, Manolo Criollo etc.; dúos y tríos como Los Hermanos Miño Naranjo, Hermanos Núñez, Los Ángeles, Gema, Los Tres del Pacífico.

Con el pasar de los años, este programa se ha convertido en una vitrina para difundir los nuevos valores de la música ecuatoriana. A través de Domingos de Casa Abierta, la Casa de la Cultura Ecuatoriana espera cumplir con lo que manda la Constitución política del Estado, es decir crear un espacio público democrático, de fácil acceso  que permita establecer una relación directa entre artistas y públicos. Para ello el acceso de los públicos es gratuito y hay un sinfín de talentos que esperan su participación.

Otro de los objetivos es crear espacio público para los nuevos creadores, por lo que cada mes junto a las figuras y grupos cuyo reconocimiento solo se mide en el corazón de sus seguidores se da la posibilidad para que participen los nuevos talentos de la canción y la danza ecuatoriana.


En la actual administración que la preside el escritor Raúl Pérez Torres, se ha fortalecido el programa Domingos de Casa Abierta, para lo cual se le ha encargado la producción del mismo  a Fausto Arellano, músico de alta experiencia que ha incursionado en la gestión cultural con tenacidad y amor por las artes ecuatorianas.